despues del barranco, el despecho. hablo del domingo no como un dia sino un barranco entre dos dias, como dice Rodrigo fresa en "Esperanto". y el lunes como un dia en el que explotan todos los planes, todos los deseos, todas las insatisfacciones. la manana es un ventaval de preguntas trasnochadas.
ya estoy en el trabajo, pensado si me conviene o no estar aqui. puede hacerse uno esa pregunta un lunes en la manana a una semana de estar aqui? creo que no es lo mas saludable.
el fin de semana, como siempre, quise hacer 20 cosas y el resultado de todo es el cansancio que tengo ahora.
como un mensaje de la providencia, Pagina 12 de Argentina me lanza un articulo titulado "las madres que somos". no lo leo completo. ese discurso, en este momento, me atornilla demasiadas dudas en la cabeza. los chicos ahora exigen mas de esa abnegacion de antes, de esa que me hace amar a mi madre como la amo, de esa que me dice ella de cultivar ahora, luego de anos en los que la premisa era: estudia para que seas una mujer independiente.
la unica conclusion que me viene a la cabeza es que los extremos son siempre malos. sobre todo, un lunes en la manana.
martes, agosto 01, 2006
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