miércoles, agosto 30, 2006

Silo-Vé


Luis Alejandro Sandoval, de 13 años, tomó esta foto de sus amigos Sandra, Luis y 'Pebecas', a quienes les gusta jugar a la fiesta. La imagen forma parte del documental "Silo-Vé", obra en la que un grupo de chicos en situacion de pobreza conocen a traves del lente su barrio, Siloé, en las laderas caleñas de Colombia. La iniciativa de los estudiantes de comunicacion obtuvo el premio "Ojos Nuevos" del Parlamento Andino. Gracias a los chamos, claro.

jueves, agosto 03, 2006

parir

no se si han leido sobre esta historia. es una de esas historias que nos arrechan con la vida, con el genero humano y con sus metodos. se trata de una joven argentina de 19 anhos con retardo metal que fue violada por un familiar. y como si eso no fuera sufiente tragedia, quedo embarazada. como los padres hicieron la denuncia, era necesario tomar una muestra fetal al momento del aborto para que el tipo -desgraciado- que la agredio, se pudiera en la carcel como es debido. metodos ya bastante engorrosos, intimidatorios y burocraticos que la justicia impone. pero bueno, que se le va a hacer...

pues resulta que cuando la chica estaba en la sala de operacion, lista para ser interevnida, entro una fiscal (mujer!) que se habia enterado por via del mismo fiscal que tenia que tomar la muestra. la tipa argumento que no se podia abortar porque y que eticamente no era posible, porque se necesitaba un permiso, pin pum pan. una escena terrible que exigia, a pesar de que ya la ley argentina en el caso de violacion y de agresion "a mujeres idiotas (?) o con retardo mental" permite la practica de un aborto legalmente, un papeleo mas.

tramite que fue llevado a cabo por los padres de la muchacha. en un ultimo acto de fe en la justicia, por querer hacer las cosas por las buenas, y no a la brava. porque siempre, en todos los paises del mundo, existe la opcion de ir a un medico que sin muchos escrupulos y por bastante dinero, practica bun aborto sin espacio a remordimientos.

ayer,finalmente, consiguieron el papelitos que faltaba, la orden judicial 8en la que intervino incluso el ministro de salud de argenbtina) y en la que se deja constancia que si, que en este caso lo inescrupuloso seria hacer que esta muchacha traiga a esa criatura al mundo.

pero que va, luego de tanta chachara, incapacidad e inconsciencia "de justicia", han pasado mas de 20 semanas y no es posible, medicamente, practicar el aborto.

ahora, que levante la mano el que luego de una historia asi cree en la justicia del hombre

(Pagina 12 de Argentina le ha hecho todo el seguimiento al caso, por si quieren averiguar que paso antes de este terrible final)

martes, agosto 01, 2006

gracias totales

luis, gracias a tus habilidades tecnicas-tecnologicas-digitales-astutas, me salvaste el blog, y la ilusion de tener un espacio mio, solo mio, para escribir. gracias, totales!

El matrimonio ideal


Un escritor enfrentado a la más difícil de las tareas: describir con veracidad el matrimonio ideal, una institución que existe en todas partes, menos en la casa de uno.

Por: Hector Abad Faciolince

Los matrimonios felices son tan comunes como los unicornios. Existen, sí, matrimonios bien avenidos, que aunque sean raros como los chimpancés albinos, todos alguna vez los hemos visto. Yo, que me he casado dos veces (casado al menos en el sentido etimológico de montar casa aparte con una mujer), y cada vez he convivido durante once años (como si ese límite fuera una fecha ineluctable de caducidad), puedo decir que es posible cierta armonía conyugal que hace más llevadera la vida. No todos los días del mes ni todos los meses del año, pero sí en un promedio agradable que está por encima del sesenta por ciento de los días, los meses y los años.

Tolstoi, que fue un hombre muy sufrido en su vida marital, escribió al comienzo de Anna Karenina una de las frases más célebres sobre las relaciones de pareja formales: "Los matrimonios felices se parecen todos; los infelices, en cambio, lo son cada uno a su manera". Pero si uno se pone a observar y a pensar en qué se parecen todos los matrimonios felices, para tratar de extraer de ellos la esencia decantada que nos revele el secreto de la felicidad conyugal, lo que encuentra, en general, más que el amor apasionado (que es una flor efímera que dura si mucho siete años -hay estadísticas-), es un acuerdo sensato de mutua tolerancia, de libertad bajo palabra, de sexo entre agradable y rutinario, de tierna amistad y de proyectos comunes donde los hijos juegan una importancia central.

Cuando se nos pide que hablemos del matrimonio, como hoy en día es una institución tan desprestigiada por la costumbre casi universal de la separación, tenemos la tendencia a ser más ingeniosos que inteligentes, y a suprimir cualquier pensamiento sensato en aras de una buena frase. El tema se presta para soltar una sentencia tras otra, pero entre tantos fuegos de artificio verbal, no llegamos a tocar el meollo del asunto. Y el fondo del asunto es que con nuestra psicología humana (heredera directa del ciego comportamiento animal), no es posible diseñar ni en la cabeza ni en la realidad un matrimonio ideal.

En el país de los ángeles (donde no existen ni la psicología, ni la naturaleza humana, y tampoco los embates violentos de la realidad), el matrimonio perfecto es fácil de imaginar. El matrimonio ideal sería la perpetuación para toda la vida de aquello que algunos pocos afortunados hemos tenido la suerte de probar durante algunos años: un amor intenso y correspondido en el que amamos a quien nos ama (y tengan en cuenta que esta coincidencia, por improbable, resulta ya sospechosa); un amor mutuo que hace ver mínimos los defectos del otro ("se perdona mientras se ama", dijo un sabio francés); un amor que produce respeto, compromiso y fidelidad espontánea, porque nos vuelve ciegos al sexo ocasional; un amor que se afianza cuando incluye la crianza responsable y compartida equitativamente de los hijos; un amor firme que no se cansa ni se desgasta con la convivencia; un sexo siempre renovado y feliz, unos intereses vitales compartidos, una solidaridad mutua que no se ve seriamente afectada por la inestabilidad económica, ni por los achaques del cuerpo o de la edad, ni por los tornillos sueltos de la mente ajena, o por la propia locura, y que pasa por encima de cualquier calamidad laboral. Este es el retrato imaginario de algo que nunca hemos visto ni veremos jamás en la realidad.

Pero entonces, con la imperfecta materia prima que tenemos (esta tozuda psicología humana que nos hace inestables, insatisfechos, poco confiables, enfermizos cuando no desquiciados, con irremediables tendencias a la promiscuidad, interesados en el estatus, esclavos de la juventud), ¿qué tipo de relación, si no perfecta, al menos estable y duradera se pudiera diseñar, teniendo en cuenta nuestros defectos de fábrica?

Ulises, quizá el personaje más maravilloso de la literatura universal ("hombre rico en astucias, que conoció la mente humana, y muchísimas ciudades"), un hombre antiguo que parece la anticipación perfecta del hombre moderno, probó casi todos los distintos tipos de relación de pareja que se pueden imaginar. La relación estable y tradicional, con Penélope, de la cual nace el amado hijo, Telémaco. De hecho La Odisea no es otra cosa que las peripecias emprendidas para tratar de regresar al seno de este matrimonio inicial. Un matrimonio vivido de cerca, en la convivencia con la esposa y el hijo, y también de lejos, en el largo viaje que lo apartó de la familia antes y después de la guerra de Troya.

En este viaje acontecen los otros tipos de relación que Ulises prueba, como ensayos de alguna alternativa al matrimonio tradicional. La relación furtiva, con Circe, bruja y seductora, cuya confianza mutua se construye en la cama. El posible matrimonio por interés, que Odiseo rechaza pese a lo conveniente, con Nausicaa, princesa de inmensa dote. Las irresistibles tentaciones de las múltiples sirenas, que Ulises atraviesa incólume (pero sin privarse de escuchar su dulce canto). Y la relación aparentemente ideal, con la diosa Calipso, que le entrega su cuerpo perfecto, le da de beber néctar y de comer ambrosía, y que incluso le ofrece volverlo "inmortal e inmune a la vejez".

Pero el caso es que Ulises, al cabo de siete años (!) de convivencia con la perfecta Calipso, como es un humano imperfecto y siempre insatisfecho, ya está harto, y preferiría volver con Penélope, aunque reconoce que es más fea y más vieja que su diosa Calipso. Llora y patalea tanto que al fin Calipso le devuelve su libertad y lo embarca en una balsa cargada de regalos para el viaje y el inevitable enésimo naufragio. Cuando al fin regresa a Ítaca, al cabo de veinte años de aventuras, y perpetra la terrible matanza de los pretendientes y parásitos, el equilibrio parece restablecido a favor del matrimonio estable y tradicional.

Ulises, igual a los hombres modernos, todo lo ha intentado, pero en ningún tipo de relación ha encontrado la perfecta felicidad inalcanzable con que todos soñamos. No hay receta posible: ni los amores ocasionales, o cantos de sirena, que al cabo de los meses nos dejan sin cuerpo y sin aliento. Ni los semiinternados de libertad aparente, donde cada cual conserva su independencia, pero ni esta misma nos resguarda del tedio ni de la desconfianza. Ni el matrimonio calculado, puro contrato económico de conveniencia, que acaba siendo una cadena perpetua. Ni la compañera perfecta, diosa ideal que encierra en sí todas las virtudes físicas y mentales, pero que ni aun en tal caso es inmune al desgaste de los siete años (para las diosas inmortales siete años no son nada, pero a Ulises le parecen largos como la vida entera). El desenlace, en últimas, ofrece el resultado de la elección más conservadora: volver con Penélope y asesinar a todos quienes la han asediado, encontrando así el modo de proteger, a través del matrimonio, el patrimonio que heredará Telémaco.

Mucho más allá de la mitad del camino de mi vida, cuando muchos de nosotros hemos intentado también probar las astucias y peripecias que Ulises nos enseña, después de tantas y de tan pequeñas cosas, la conclusión no es muy optimista. Lo mejor es no perseguir la ilusión de un matrimonio ideal. Más vale aspirar a construir, basados en un sólido amor inicial, una pareja que resista al embate de los años y al ineluctable desgaste de la convivencia. Con la dosis necesaria (que es muy distinta en todos y hay que tocarla de oído) de viajes y excursiones de libertad, entre Circes, sirenas y Calipsos. Tenemos que admitir que sin una mínima dosis de engaño (y sobre todo de autoengaño, para no sufrir), no hay manera de que las relaciones resistan. Si no somos capaces de perdonar y de perdonarnos las miserias inherentes a la imperfecta naturaleza humana, más vale que renunciemos al compromiso y aspiremos, como San Pablo y algunos sabios antiguos, a una vida alejada del matrimonio, de casta o poco casta soltería, y destinada con los años a una cada vez más ancha soledad.

Porque en últimas ese es el único motivo por el que el matrimonio (o el arrejuntamiento, o las amantes, o cualquier tipo de unión entre parejas) resiste: a los seres humanos no nos conviene estar solos, como está escrito en el Génesis. O puede que nos convenga estar solos, pero lo cierto es que muy pocos soportan la soledad. Por eso nos casamos y nos descasamos y nos volvemos a casar: por una lucha sin fin para evadir la soledad, a través de un matrimonio ideal (si se pudiera), pero si no, al menos a través de un matrimonio real.

Publicado en la revista Soho de Colombia del mes de julio del 2006

El dueto de Omara Portuondo con Zeus en Roma


“Este es el verano mas caluroso de los ultimos anos”, es la expresion que se repite, una y otra vez, cada julio en Roma. Miles de turistas –que se reproducen y devoran la ciudad como lo sentencia Cortazar en “Instrucciones para matar hormigas en Roma” de Historias de Cronopios y Famas-, se lanzan a las fuentes creyendose Anita Eckbert en “La dolce vita” de Fellini. Y es que el calor, ciertamente, es insoportable. Del asfalto se alza un vapor que no deja espacio a la respiracion. La asfixia es una temperatura permanente.

Pero la noche del pasado lunes 24, una brisa que amanezaba ser el anuncio de una lluvia inorportuna, no contento a los asistentes del concierto de Omara Portuondo en el Parco della Musica de Roma. Esa noche, por ningun motivo, podia llover.

El anfiteatro es a cielo abierto, y esta rodeado por otros tres grandes teatros que dan cobijo a los miles de romanos que buscan distraccion para la depresion tipica del gobierno. El completo cultural cuenta con un bar- restaurante, muy de moda este verano, libreria, cafe y sala de exposicion. El afamado arquitecto Renzo Piano, fue muy criticado por el diseno de esta estructura, que no se corresponde con la conocida tradicion romana. Entres los proyectos del arquitecto estan varios edificios en Francia, Japon y Estados Unidos, donde se destaco con la nueve sede del diario “The New York Times”

Danza de la no-lluvia
“Aspetta lluvia, aspetta”, dijo en un fascinante italiano con acento antillano la unica mujer registrada por Win Wenders en el documental “Buena Vista Social Club” (1997). Con los brazos largos simulaba realizar un ritual shamanico al contrario para alejar el aguacero, invocando en sus canciones a los espiritus de Chango y Yemanya.

La sugestiva iluminacion del auditorio (con colores violeta y azul) se turnaba con el blanco de los relampagos, al tiempo que Omara, bautizada como la Edith Piaf cubana, alzaba la voz, contradictoriamente profunda y dulce, cada vez que un trueno pretendia apaciguar su canto. El mejor de los duetos (que en su caso no es poco decir, ya que compartio voces con los grandes y recordados Ibrahim Ferrer y Compay Segundo) fue esa noche con Zeus, cuando la lluvia amenazaba con “aguar la fiesta”

La orquesta “Roma Sinfonietta” –un grupo de inquebrantables jovenes musicos vestidos de negro, fue dirigida por el cubano Roberto Sanchez Ferrer. Ellos tocaron junto a la banda de musicos cubanos, combino lo mejor de un conjunto de cuerdas europeo, con el sabor caribeno en timbales, violin, trompeta, piano, y por supuesto, voz. Ademas de los unicos movientos de caderas que se veian en el escenario.

Omara Portuondo, a pesar del cansancio de sus 70 anos de vida, y de la tristeza de saberse la ultima de una estirpe de musicos emblematicos, continua haciendo lo que tanta dicha le dio a ella y a su grupo hacer: arte musical. Ella, no deja de danzar como una vedette que vuelve a los

El modo en el que modula, en el que da vida a una melodia con su voz, la forma que tiene de interactuar con el publico y hacer danzar incluso a cuerpos eurpoeos, es una manifestacion artistica de una magia a considerar.

Ni el pianista ni ella se pudieron resistir al llamado de la musica y se alzaron para bailar juntos. A los cuerpos que nacen y crecen en America Latina, la musica cubana le dice cosas que otros no pueden escuchar pero que si se contagian. Un italiano que estaba en los violines estivo a punto de no resistir la invitacion que Portuondo le hizo desde su extremo de la tarima.

Del repertorio se destacaron por su contagiosa emotividad y alegria, los temas “Pensamiento”, “Lo que me queda por vivir”, “Noche antillana”, “La siviera”, “Guantanamera”, “Mueve la cintura, mulato”. Todas las peticiones del publico fueron cumplidas: “Lagrimas negras”, “Veinte anos”, una “Conga” improvisada a la que Omara Potuondo le tuvo que poner freno, porque de lo contrario los musicos habrian pasado toda la noche tocandola. Y, finalmente, una sentida interpretacion de “Dos Gardenias”, dedicada a la memoria de su companero inseparabile Ibrahim Ferrer.

A gritos, los asistentes alargaban a la Portuondo con frases como ‘sei bravisima’ y ‘te quiero’, a lo que ella respondia con afectuosos ‘tue eres bravisimo’ ‘yo tambien te quieto, amore mio’.

Una noche magica, en la que Zeus –o el dios Tlaloc, como lo llamarian los aztecas- espero a que terminara de cantar la diosa del Buena Vista Social Club para refrescar la acalorada capital italiana. Y tambien disfrutar del espectaculo.

cumpleanhos feliz


mi ciudad, nuestra ciudad, esta de cumpleanhos. 439 anhitos. no es que los lleve del todo bien, pero la esperanza no la podemos perder. llegara el dia en que caracas no tenga que lamentarse por los huecos de las calles, por la basura de las esquinas, por la inseguridad, la contaminacion, el trafico, y esa lista de cosas terribles de las que nos acordamos cada vez que, entre la marea de buhoneros, vemos a un ninho dando un espectaculo, jugando a malabarista con unas pelotas de tesis, a cambio de 100 bolivares.

pero hoy no es dia para sentimientos de frustracion y rabia. hoy nos debemos acordar de todo lo bueno que tiene caracas. y para eso, tenemos que hacer una radiografia que nos devela sus sabores, letras, musica, pasiones, arquitectura, naturaleza, historia, oficios, proyectos, curiosidades.

para echarles una mano en la labor, les paso este link de un trabajo que realizamos hace unos anhos el grandioso equipo de el-nacional.com.
convocamos a muchos periodistas, amigos escritores, arquitectos, historiadores e incluso extranjeros (el colombiano mario mendoza) para que nos contaran de como ven caracas.

en el primer pantallazo sale el texto que escribe yo (con la mano orientadora de nelson rivera) no por egocentrica, sino porque cuando googlie (practica comun de estos dias) con la frase radiografia de caracas, salio "caracas en su tinta". espero que lo disfruten tanto como nosotros.

http://www.el-nacional.com/caracas/23.asp

hoy, tambien, cumpliria 64 anhos mi papa, francisco santiago. y cumple anhos thea, una amiga catalana que vive en roma. feliz cumpleanhos, pues.

Instrucciones para matar hormigas en Roma


por Julio Cortazar

Las hormigas se comerán a Roma, está dicho. Entre las lajas andan; loba, ¿qué carrera de piedras preciosas te secciona la garganta? Por algún lado salen las aguas de las fuentes, las pizarras vivas, los camafeos temblorosos que en plena noche mascullan la historia, las dinastías y las conmemoraciones. Habría que encontrar el corazón que hace latir las fuentes para precaverlo de las hormigas, y organizar en esta ciudad de sangre crecida, de cornucopias erizadas como manos de ciego, un rito de salvación para que el futuro se lime los dientes en los montes, se arrastre manso y sin fuerza, completamente sin hormigas.

Primero buscaremos la orientación de las fuentes, lo cual es fácil porque en los mapas de colores, en las plantas monumentales, las fuentes tienen también surtidores y cascadas color celeste, solamente hay que buscarlas bien y envolverlas en un recinto de lápiz azul, no de rojo, pues un buen mapa de Roma es rojo como Roma. Sobre el rojo de Roma el lápiz azul marcará un recinto violeta alrededor de cada fuente, y ahora estamos seguros de que las tenemos todas y que conocemos el follaje de las aguas.

Más difícil, más recogido y silencioso es el menester de horadar la piedra opaca bajo la cual serpentean las venas de mercurio, entender a fuerza de paciencia la cifra de cada fuente, guardar en noches de luna penetrante una vigilia
enamorada junto a los vasos impereiales, hasta que de tanto susurro verde, de tanto gorgotear como de flores, vayan naciendo las diercciones, las confluencias, las otras calles, las vivas. Y sin dormir seguirlas, con varas de avellano en forma de horqueta, de triángulo, con dos varillas en cada mano, con una sola sostenida entre los dedos flojos, pero todo esto invisible a los carabineros y a la población amablemente recelosa, andar por el Quirinal, subir al Campodoglio, correr a gritos por el Pincio, aterrar con una aparición inmóvil como un globo de fuego el orden de la Piazza della Essedra, y así extraer de los sordos metales del suelo la nomenclatura de los ríos subterráneos. Y no pedir ayuda a nadie, nunca.

Después se irá viendo cómo en esta mano de mármol desollado las venas vagan armoniosas, por placer de aguas, por artificio de juego, hasta poco a poco acercarse, confluir, enlazarse, crecer a arterias, derramarse duras en la plaza central donde palpita el tambor de vidrio líquido, la raíz de copas pálidas, el caballo profundo. Y ya sabremos dónde está, en qué napa de bóvedas calcáreas, entre menudos esqueletos de lémur, bate su tiempo el corazón del agua.

Costará saberlo, pero se sabrá. Entonces mataremos las hormigas que codician las fuentes, calcinaremos las galerías que esos mineros horribles tejen para acercarse a la vida secreta de Roma. Mataremos las hormigas con sólo llegar antes a la fuente central. Y nos iremos en un tren nocturno huyendo de lamias vengadoras, oscuramente felices, confundidos con soldados y con monjas.

Señores piratas, mis respetos


por Solveig Hoogesteijn (*)

El sábado pasado me encontraba en esa cola interminable que se hizo en la autopista Francisco Fajardo. Venía en mi camionetica Barbie, como la llama mi hijo claro, porque a él le parece de juguete, como si fuese fácil comprarse una 4x4 de esas relucientes . Acababa de visitar los cines de El Marqués y estaba en dirección a los del Recreo, pendiente de que todo estuviese en su lugar: afiches, censura, buen sonido, público en las taquillas, cuando de pronto... ¡la vi! Un muchacho flaco, sonriente y desgarbado me la puso en las narices. Era ella, insustituible, ¡la verdadera! ¡Era Maroa! La que había sido estrenada el día anterior, pero en versión portátil, cómoda. "Llévesela, es buenísima!", me dijo con sus dientes pelados el simpático muchacho. Un quemadito pues, con el texto copiado de la promoción de prensa que se había hecho dos días antes: "Varias formas de amar, una sola de sobrevivir". Buena foto, sinopsis actualizada, empaque de lujo. La cola lenta, el muchacho acopladito, leo el subtítulo: "De la directora de Macu, la mujer del policía y Santera". ¡Exactamente, lo que me había recomendado mi asesor publicitario! Señores piratas, mis respetos. ¿A cuánto me la dejas? "A 12.000 bolívares". ¡Tremendo negocio! La fabricación de 2.000 quemaditos, ofrecidos en 24 horas, cuestan por pieza tan sólo 1.200 bolívares con impresión, carátula, material virgen y quemada, todo incluido. Este descubrimiento lo hicimos mi amiga Marta y yo cuando investigamos ese mundo que crece debajo de las torres del Centro Simón Bolívar, otrora emblema de nuestra ciudad, en el que se habla un castellano muy variado y colorido: ecuatoriano, dominicano, cubano, barloventeño y caliche. Es una verdadera industria que de improvisada nada tiene, bautizada certeramente como Saigón reminiscencias de destrucción total de la ciudad vietnamita después de la guerra . Tuve allí un bello reencuentro: Macu, pirateada desde hace 20 años. Señores, qué fidelidad. Me siento honrada porque generaciones valoran ese trabajo de un maravilloso equipo.

Y Santera, esa historia choronicense de hace exactamente 10 años. Me acordé de mi tía Antonia: "Niña, ¿por qué usted se mete en tantos líos y tiene una vida tan difícil? Con esa figura y encanto pudiera casarse con un hombre rico y darse una buena vida?". ¡Ay tía, no fastidie, es que me gusta más eso de contar historias! Señores piratas, mis respetos. Ustedes se han convertido en los verdaderos e invictos difusores culturales de Venezuela. Free deli- very, en la acera, en el asfalto, en tiendas de centros comerciales que pagan alquiler, ISLR y todo. Y es que hasta en la ventana de un automóvil en marcha, allí está su mercancía. ¡Nadie puede con ustedes! Ni aquella policía antipiratería que apareció por ahí en 1996 y que se desvaneció un año después; ni el capitán José Vielma Mora, a quien va mi sincero respeto por eficiente e inteligente, que algún día pondrá orden en el asunto. ¿Qué digo? Si ni siquiera puede con ustedes Bill Gates con todo su imperio. ¡Los declaro vencedores! Recientemente otro soñador, con un nombre aún más enrevesado que el mío tanto que hasta a mí me cuesta pronunciarlo, Ja ku bo wicz , logró una especie de armisticio: un mes de tregua. Señores, sólo algunas semanas para que el público pueda disfrutar la historia completa, sin cortes en las escenas, contada en esa pantalla amplia y luminosa, acomodado en el asiento mullido, sin celular, ni niñitos molestosos, con cotufas y hasta whisky en mano, mientras escuchan ese dolby surround... ¡qué delicia! ¿Saben ustedes cómo suena un disparo que viene de atrás, de los subwaffers, como decía Stefano el sonidista, para incrustarse en la pantalla? Agachas la cabeza, es un reflejo. Señores, dennos vida. ¡Déjennos ir al cine! Esta película fue hecha con mucho esfuerzo por 50 técnicos que viven de su trabajo, tienen familia, pagan alquiler, gasolina y alimentos; y por actores que lo dan todo por su oficio. Sin hablar de aquellos empeñados en su distribución, promoción y exhibición. Y yo que soñaba, después de 5 años de trabajo, con comprarme una camioneta de esas grandes y cómodas con los ingresos de Maroa. Señores piratas, practiquemos la convivencia. Dennos tan sólo un mes de tregua.

Después ustedes, con parche en el ojo y bandera flameante, se hacen cargo de la difusión cultural amplia desde el Delta del Orinoco hasta el pueblo de Maroa, que no tiene cine. Un chancecito, como dicen, un chancecito nada más.

(*) cineasta

El Nacional - Jueves 20 de Julio de 2006 B/10
Cultura y Espectáculos
"La experiencia más amarga de un hombre libre es entablar amistad con alguien que no le agrada". Mutanabbi - poeta iraqui

canto de protesta

"scendi giù
scendi giù
manifesta pure tu!"

El Peru de Roncagliolo


a este escritor peruano, radicado en barcelona, lo conoci a traves de su blog personal (http://blogs.elboomeran.com/roncagliolo/) . despues, me entere que se gano el alfaguara (o alfamierda, como diria el hijo de la monja) con su novela "Abril Rojo", una historia que habla del terrorismo de Sendero Luminoso y la respuesta, tambien violenta, de sus fuerzas contrarias. Santiago Roncagliolo tiene 31 anhos, y es lo que diriamos un joven escritor latinoamericano. solo que para escribir de Peru se tuvo que ir. Una decision que, quienes me conocen, saben que siempre critique dura y ciegamente. hoy, en El Nacional de Caracas, Roncagliolo le responde a Rafael Osio Cabrices el por que ver y escribir de su propio pais desde afuera:


"Des-polarizarse para narrar

–¿Cómo empezó a ver su país una vez que se fue de él?
–Lo primero que descubrí es lo bien que vivía en Perú, donde era un privilegiado en una nación pobre, mientras que en España soy un inmigrante. Empecé a relativizar muchas cosas. Entendí que mi país tiene dos mitades enfrentadas que no se comunican entre sí, cosa que no veía cuando vivía allá. Eso fue clave para poder escribir esta novela. Tuve que despojarme de mis propios odios.

–¿Cree que Perú ha progresado de alguna manera?
–Yo soy el optimista solitario. Soy el único en este continente que ve que las cosas están avanzando, aunque a paso de caracol. No creo que en Perú haya otra guerra con 70.000 muertos ni que en el cono Sur haya otra dictadura como las que hubo. Hoy, una dictadura desvergonzada no sobrevive en esta región. Eso lo saben hasta los más dudosos, como Chávez. Y también se sabe que no se puede seguir con esta desigualdad. Venezuela no es el mejor ejemplo, pero creo que ya se sabe que los polos se necesitan mutuamente."

Dylan

olvidaba hacer referencia a que, en ese libro del argentino Fresan, se le rinde culto a una leyenda del rock, que precisamente ayer domingo, escuche desde la sala cuando daba su mega-concierto en el estadio olimpico de roma.

la antesala al espectaculo estuvo en manos de escritores, poetas, y fans del cantante, quienes leyeron branos de textos alusivos a la musica de Dylan. quien sabe si fresan estuvo entre los autores. el hecho es que el autor argentino es un amante del mito rockero. en Gatopardo le dio rienda suelta a su admiracion en un texto.

Dylan, con una sequito de locos por su creacion -el dia anterior vimos a un loco acostado cerca del estadio con fotos de Dylan pegadas en el cuerpo, un sombrero rojo y la cara de emocion- tiene tambien un hijo que hace musica y no lo nombra en las entrevistas. escapa de su sombra. con razon.

lunes

despues del barranco, el despecho. hablo del domingo no como un dia sino un barranco entre dos dias, como dice Rodrigo fresa en "Esperanto". y el lunes como un dia en el que explotan todos los planes, todos los deseos, todas las insatisfacciones. la manana es un ventaval de preguntas trasnochadas.

ya estoy en el trabajo, pensado si me conviene o no estar aqui. puede hacerse uno esa pregunta un lunes en la manana a una semana de estar aqui? creo que no es lo mas saludable.

el fin de semana, como siempre, quise hacer 20 cosas y el resultado de todo es el cansancio que tengo ahora.

como un mensaje de la providencia, Pagina 12 de Argentina me lanza un articulo titulado "las madres que somos". no lo leo completo. ese discurso, en este momento, me atornilla demasiadas dudas en la cabeza. los chicos ahora exigen mas de esa abnegacion de antes, de esa que me hace amar a mi madre como la amo, de esa que me dice ella de cultivar ahora, luego de anos en los que la premisa era: estudia para que seas una mujer independiente.

la unica conclusion que me viene a la cabeza es que los extremos son siempre malos. sobre todo, un lunes en la manana.

Caipirinha Romana

Bitacora en digital de mi aventura italiana.

El cable que me mantendra conectada a ese mundo que no quiero perder.

El espacio donde seguir echando cuentos con los panas.

Un blog, al fin.

Y por que Caipirinha Romana? porque pretendia celebrar con el delicioso trago un trinfo sudamericano en el Mundial y lo "scherzo" -mamaderadegallo- me salio al reves. porque me van a faltar los acentos y la nh para decir conh cada vez que las cosas me salgan asi, al reves.